
¿Hablar mucho te resulta agobiante? Momentos para no decir NADA

Hay momentos en el que la vida nos presiona a saber comunicarnos y relacionarnos socialmente aunque no queramos hacerlo, según donde te encuentres la posición más cómoda es el de observar y hablar solo si preguntan, pero esto a la larga traerá consecuencias negativas para integrarte en un grupo o entorno laboral. Por esta razón, quiero dedicar esta entrada, a todas aquellas personas que han sentido Bullying por no tener una respuesta adecuada en un momento oportuno, o tal vez haberse sentido rechazado por un mal entendido, ya que el silencio suele interpretarse como una actitud desventajoso para el que suele sentirse más cómodo callado. Al igual que ser un parlanchín, o hablar por todo y por nada, el hecho de tener que decir algo a cualquier precio, socialmente gana al silencio, ya que suele tener más éxito en masa y suele ser más divertido, que alguien callado e introvertido.
Es decir, que opinar a la primera es mejor visto, que asimilar, contextuar, evaluar y opinar. A continuación te indico 6 momentos en los que es mejor quedarse callado o callada, sin tener que sentirte mal por ello, más bien lo contrario, ya que la serenidad y la verdad llevan su tiempo y no se puede ir soltando frases que lleguen a perjudicar a personas, colectivos incluso familia o entornos muy cercanos, el a veces saber cuando no decir nada es un hábito que se logra con madurez en el tiempo.
6 momentos para mantenerse callado
Cuando estás en silencio escuchas lo que los demás dicen. Muchas veces, si quedas fuera de la conversación puedes conocer más a las personas que intervienen en ella, porque puedes observar sus gestos y cómo se expresan. Si te quedas callado seguramente obtendrás más beneficios que disgustos.
Cuando es acerca de un chisme
A la gente le gusta el chisme, es así de simple. Puede parecer entretenido y hasta divertido pero no caigas en la trampa de hablar de los demás. La siguiente vez que alguien esté hablando de tus amigos o de alguien a quien conozcas, evita hacer ningún comentario. Solo escucha y aprenderás mucho sobre la persona que habla y sobre la persona de la que hablan.
Cuando quieren saber de tu vida privada
"¿Cómo estuvo tu cita de anoche?" o "¿Qué tal es tu pareja en la cama?" son dos preguntas comunes, aunque no las únicas. Usualmente las formulan nuestros amigos y por eso nos parece inocente responder con lujo de detalles. Lo mejor que puedes hacer con esta clase de preguntas es mantener el misterio. Mantenerse callado es una mejor opción.La primer razón es que probablemente a ti no te gustaría que tu pareja ande respondiendo preguntas similares sobre ti. Pero es que además, hablar tan ligeramente de estos temas te hace ver como alguien poco confiable. Si tienes la necesidad de comentar algún problema o de que alguien te escuche, hazlo con tu mejor amigo o tu pareja.
Cuando te equivocas o cometes un error
Puede darse el caso de que seas acusado erróneamente por algún hecho o actividad relacionado contigo. Evita caer en la tentación de mencionar que la otra persona se equivocó en cada oportunidad. Desde luego que tendrás que defenderte de cualquier acusación, pero no intentes hacer quedar en ridículo a quien se equivocó. Esto te haría parecer pedante y eso es mucho peor.
Cuando sabes que tienes el conocimiento del Tema
Todos somos expertos en algún tema pero ir por la vida gritándolo a los cuatro vientos no es lo mejor. Aunque sientas la necesidad de que los demás reconozcan tus conocimientos, evita mencionarlos en ocasiones donde no tienen nada que ver.
Por ejemplo, en un cena con amigos y familiares, enfócate en pasar un momento agradable con ellos. Ya tendrás la oportunidad de hablar de trabajo en la oficina o en una cena con tu jefe.
Si al contrario no tienes idea del tema
Ya sea entre amigos o en el trabajo, siempre puede darse el caso de que se toque un tema del que no sabes nada. Aunque aceptar que no sabes nada puede darte pena, es mejor decir algo inapropiado o que pueda afectarte de alguna manera.
Cuando detectas una DISCUSIÓN
Calla. Escucha. Espera. Este es el momento en que muchas veces dices cosas de las cuáles luego te arrepientes. No es bueno hablar si no estás calmado. Puedes tener una discusión con tu jefe, con tus padres, familia..,pero si luego se transforma en una pelea, mejor mantente callado.
Espera a estar calmado para pensar claramente qué es lo que tú quieres explicar. Incluso aunque tengas la razón, espera, porque tu interlocutor no va a entenderte. Al inicio será complicado no hablar, pero solo necesitas un poco de práctica.
¿Cuáles son tus motivos para hablar poco? ¿Las conoces?
En primer lugar, es importante que sepas por qué tú, en la situación en cuestión en concreto, hablas poco. Encontrar tus motivos es lo que te va a ayudar primero a entenderte mejor a ti misma. Y después a tener la seguridad, fuerza y determinación para defender tu propia forma de ser ante otros.
Múltiples motivos probables
Hay personas que hablan poco por inseguridad, otras por timidez, otras por ansiedad social, otras porque no soportan la falta de autenticidad inherente a la mayoría de conversaciones o porque debido a su introversión prefieren escuchar, hablar de tonterías generalmente se les hace un mundo y cuando socializan necesitan sentir que realmente conectan a un nivel más profundo con la otra persona o que profundizan en un tema. La introversión es un rasgo tan natural como la extroversión, no tan común pero tampoco tan raro. Se estima que hay entre un 30-50% de introvertidos en el mundo pero no es fácil de determinar porque la introversión - extroversión es un continuo y normalmente no somos 100% una cosa u otra.
Introversión, sensibilidad y conversaciones sin sentido
La mayoría de las veces las conversaciones van de criticar, de quejarse o de temas superficiales y aburridos, sin sustancia. Suelen ser aburridas, cuando repiten una y otra vez las mismas historias, anécdotas del pasado o las mismas quejas de siempre sobre lo mal que está todo, sobre temas burocráticos, financieros...
Las personas altamente sensibles sabemos apreciar muy bien el tono, el sentido más allá de las palabras, la profundidad de la conversación, si nos escuchan de verdad o no, si de veras les importa lo que pensamos y podamos decir, y somos más sensibles a todo tipo de sensaciones o comentarios desagradables (así como estimulantes o inspiradores) que escuchamos sobre otras personas o sobre cualquier tema en general.
Qué puedes decir si te dicen que hablas poco
Tómatelo con humor, sonríe e incluso riéte (ya sea por dentro o también por fuera) cuando te digan que hablas poco. Lo peor que puedes hacer (aunque es inevitable no haberlo hecho) es ponerte a la defensiva contestando mal y «dándoles la razón sobre lo borde o rara que eres» o bien no reaccionando «dándoles la razón sobre lo débil que pareces» y después seguir dándole mil vueltas al comentario y martirizándote.
Reaccionar con asertividad y decir algo con educación en ese momento es muy liberador. Puedes tomarlo como una oportunidad para defender tu personalidad (y la de tantas otras personas) y extender, aunque sea una pizca, tu visión al respecto. Una oportunidad de «educar» a esas personas.
- «Soy más de observar y escuchar.»
- «Soy más de hacer que de hablar.»
- «¿Por qué todos tenemos que ser habladores? ¿Qué tiene de malo ser callado?»
- «Todavía no me he perdido ninguna conversación interesante.» (esta solo si la otra persona ha sido borde y quieres responderle de la misma manera...)
- «En mi mundo ideal todos serían como yo» para dejar claro que estás encantada con tu personalidad y que lo que para ellos es negativo para ti es maravilloso y, puestos a elegir, preferirías un mundo de personas calladas. Pero al igual que la anterior... solo para usar si la otra persona ha sido borde.
- Si te dicen... «¡Anda, pero si estás aquí!, podrías decir... «Claro, es que para hablar ya estáis vosotros...» Es una idea que Daniela da en los comentarios y la verdad es que me encanta.
- Si te dicen «no hables tanto», podrías decir: «No paro de hablar, ¿eh? ¿A que no has conocido nunca a alguien que hable tanto como yo?»
«Hay quien encuentra el silencio algo incómodo e insoportable... tal vez sea porque tienen demasiado ruido en su interior.»
Más que lo que digas es importante cómo lo digas
Lo más importante es mantener la calma y tener sentido del humor. De esta manera transmitirás que para ti hablar poco no tiene nada de malo y que los comentarios que te hagan no pueden herirte.
Qué podrías haber dicho si te dijeron que hablas poco
No te sientas culpable. Es un ataque en toda regla (como he dicho antes a la mayoría no se nos ocurre mencionar ningún aspecto del físico o de la personalidad de la otra persona en su cara) y es normal quedarse en blanco al principio. Por eso te recomiendo que pienses qué dirías ahora y revivas la situación contestando como te hubiera gustado.
Ámate
Solo si te amas lo suficiente eres capaz de relativizar también y tomarte estas cosas con una dosis de humor. Si no te amas, solo te importa lo que los demás piensan y le das más valor del que tiene a todo tipo de comentarios, sin importar su contenido ni procedencia.
A cada cosa la importancia que tiene
Para amarte necesitas conocer y aceptar tus fortalezas y debilidades. Nuestras cualidades a menudo son rasgos neutros, ni buenos ni malos o según el momento. O sea, puedo ser callada a veces y habladora otras. Puedo ser simpática a veces y distante otras. Y no necesariamente tiene que ser bueno o malo ser callada, habladora, simpática o distante. Simplemente son cualidades neutras en un principio y con todas ellas puedes estar satisfecha o no. Lo que realmente importa es qué piensas tú al respecto en cada situación.
Explica tus necesidades
En la sociedad en la que vivimos está muy bien vista la extroversión y lo contrario no se valora, en parte porque no se conoce. Estamos muy acostumbrados a ver con buenos ojos al que se hace notar, al que habla mucho. Y cuando nos encontramos con algo diferente: quietud, calma, silencio, introspección, profundidad, sensibilidad (cosas que en según qué culturas y círculos precisamente están bien vistas) nos chirría al no saber de qué va.
Así que explica lo que sientes, dales la oportunidad y sobre todo dátela a ti misma porque el mero hecho de defender tu personalidad sin importar el resultado tiene mucho valor.
Sé auténtica
Aléjate de quienes no te comprendan
Es agotador tener que estar siempre defendiéndote. Está bien que expliques tus necesidades a esas personas que son importantes para ti. Pero si a pesar de haberte explicado no te entienden, sigue tu camino. Hay muchas personas que sí te entenderían y te respetarían. La primera que tiene que hacerlo para dar con esas personas, eres tú misma.
Por otro lado, si por contentar a otros te fuerzas a convertirte en alguien que no eres nunca serás feliz.Y por supuesto tampoco en ese caso conseguirás lo que crees que deseas (caer bien) ya que la falta de autenticidad también se percibe.
Encuentra tu sitio
Encuentra tus ambientes y actividades ideales. Prueba cosas nuevas hasta encontrarlos. No quedes por quedar, sin sentir ningún tipo de motivación. Aléjate de lo que te hace sentir fuera de lugar.
La vida no es para que te fustigues tratando de adaptarte a un estilo de vida mayoritario en la sociedad, sino que es tu estilo de vida lo que tienes que adaptar a ti.
Si te encanta el silencio, dedica gran parte de tu tiempo a actividades que lo requieran, como la meditación, el yoga, la lectura, la escritura, el estudio, la pintura... Y si te encanta hablar de temas profundos, crea ocasiones para ello, busca personas con las que hablar de esos temas, lee, aprende, prepárate para cuando la vida te ponga ante situaciones que podrían enriquecerte si las sabes aprovechar.
«Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su habilidad para escalar un árbol, vivirá toda su vida pensando que es un inútil.»
A. Einstein.
Como lo voy haciendo en las otras entradas, les dejo un par de vídeos que me parecieron interesante para escribir este artículo, espero que les sea de utilidad, como lo es para mi, un abrazo ;)