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Activa la energía! Entre el ánimo y desánimo post Covid

A la pregunta de ¿Por qué estamos desanimados ante una nueva realidad? Donde la salud emocional se ve afectada, ante las nuevas circunstancias económicas, sociales y familiares que tenemos que hacer frente. Es el momento de reflexionar la necesidad de una actitud resiliente, que en muchos casos hay que trabajarlas, establecer límites de situaciones que merecen un fin, para abrir paso a nuevas etapas, a un crecimiento emocional que ligada al organismo fisiológico se manifiestan en atención al entorno y vitalidad física. Pero volviendo a la pregunta en cuestión, la diferencia entre las emociones y los estados de ánimos, es que la emoción es fugaz, es un momento en el tiempo que bueno o malo, suele pasar si el estímulo externo es más fuerte. Por el contrario los estados de animo, son menos intensos y pasan desapercibidos, prolongando el tiempo hacia esa actitud. El ánimo no tiene un patrón facial, por ejemplo si el ánimo es positivo no significa que este sonriendo todo el tiempo, al igual si hay desanimo, no significa estar triste o enfadado, mas bien es un estado en el que se debería huir pues la conciencia no es consciente y se va acomodando a lo que las personas vamos actuando en el día a día. Por lo tanto, trasformando la pregunta ¿Cómo te sientes ahora mismo? ¿Con ánimos o desanimado? a continuación, veremos las claves que nos ayudan a identificar en calidad los estados de ánimos,  y cómo podemos ayudarnos a enfrentar con esperanza y actitud positiva, los manejos de estrés desencadenadas por las situaciones adversas.

Claves para levantar el ánimo!

1. No te aisles (Evita la soledad)

Cuando nos sentimos con el ánimo bajo, tendemos a adoptar una actitud muy pasiva, de modo que muy fácilmente nos quedamos en casa. Esto, que tiene sentido si solo tenemos en cuenta lo que "nos pide el cuerpo" en esas situaciones, en realidad hace que perpetuemos las dinámicas de comportamiento que alimentan el estado emocional que nos domina. Así pues, un cierto grado de obligarse a uno mismo a socializar es sano y nos lleva a aumentar nuestras posibilidades involucrarnos en situaciones estimulantes que nos activen mentalmente.

2. Dormir 8 horas y comer saludable

Mantenernos en buen estado atendiendo a nuestras necesidades biológicas básicas puede generar grandes cambios en nuestra faceta emocional. Así pues, algo tan simple como dormir las horas adecuadas y llevar una dieta sana y equilibrada ayuda a que no entremos en un estado de decaimiento que en realidad puede ser la consecuencia de la falta de energía.

3. El ejercicio físico

Siguiendo la misma lógica del consejo anterior, para subir el ánimo es bueno activar el propio organismo a través de acciones que nos predispongan a ello. Y hacer ejercicio o jugar a algún deporte es una buena manera de conseguirlo. Para ello, es preferible empezar por algo en lo que ya tengamos algo de experiencia, ya que aprender desde cero puede ser un problema teniendo en cuenta nuestras resistencias iniciales a esforzarnos para algo. Si además se trata de un deporte y no de una serie de movimientos para trabajar los músculos, es más fácil que nuestro foco de atención que de centrado en el objetivo inmediato al cual queremos llegar, de modo que la estimulación psicológica es mayor y con ello es más fácil que suba el estado de ánimo.

4. Nuevas experiencias y emociones

Reír es algo cuyos efectos no solo se hacen notar en el momento de la carcajada. Deja una huella anímica en nosotros que, si se va sumando a otras ayudas para subir el estado de ánimo, puede producir un cambio cualitativo en nuestro estado psicológico.

Ver películas de comedias, podcast o monólogos graciosos, nos evaden de la realidad, y amplían el campo de visión emocional.

5. Acciones en hábitos

El simple hecho de cambiar puede producir cambios muy positivos en el estado de ánimo, siempre que estos nos orienten hacia metas que sean significativas para nosotros. Por ejemplo, empezar a aprender un idioma por el que siempre se había sentido debilidad, puede aportar un sentido de propósito que nos motive y, con ello, nos sintamos ilusionados al ver nuestros avances.

6. Si no tienes fuerzas, acude a terapia

Como en todo, el modo en el que nos sentimos desanimados puede ser tan intenso que es necesaria la intervención de profesionales de la psicología. En este caso, el trato personalizado en un contexto profesional ofrece opciones que simplemente no existen si uno decide enfrentarse solo al problema.Por eso, es necesario valorar lo que ocurre y decidir si poniendo de parte de uno ya se puede salir de esa situación.

La faceta emocional del ser humano se rige por sus propias normas, y es por ello que no deberíamos abrazar unas expectativas poco razonables acerca del grado en el que podemos controlarlas. A pesar de ello, es evidente que sí que podemos hacer cosas para, en la medida de lo posible, incrementar las posibilidades de subir el estado de ánimo. Aplicarlas al día a día es el primer paso para empezar a recuperarse y a vivir con renovadas energías.

Como lo voy haciendo en las otras entradas, les dejo un par de vídeos que me parecieron interesante para escribir este artículo, espero que les sea de utilidad, como lo es para mi, un abrazo ;)

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